Preguntas frecuentes

1

¿Cómo se usan los cuencos tibetanos

Disfrutar de la terapia con cuencos tibetanos cantores o simplemente para escuchar su sonido y sentir su vibración es muy fácil y reconfortante. Tan solo necesitamos buscar un lugar tranquilo donde podemos dejarnos llevar por toda la vibración y sonido que producen.

Sentados en una silla o en flor de loto, o acostados, solos o acompañados, sujeta el tazón con una mano a la altura del abdomen o del pecho y frota sus bordes con el mazo de madera, o percutir en el costado del cuenco con baquetas de fieltro (de preferencia). Si lo frotas realiza movimientos circulares siguiendo el borde del cuenco. En pocos segundos notarás su vibración en la mano y el sonido empezará a emerger e invadirá todo tu cuerpo y el espacio. Una vez que lograste una buena intensidad del sonido, puedes parar y relajarte para dejar que el sonido y la vibración recorran tu cuerpo a su antojo, concentrándose con más intensidad en el interior del pecho.

Disfruta del momento por unos 10 minutos como mínimo y listo, tu día será diferente. .

2


¿Qué es la Terapia de sonido?

Desde el principio de la humanidad, el ser humano ha necesitado del sonido para poder comunicarse, expresarse y sanarse. Todos los sonidos que escuchamos tienen un gran poder en nuestra consciencia y cuerpo. Nuestro estado de ánimo puede cambiar y nos podemos sentir motivados a mover el cuerpo, como en la danza y los rituales.

Existen multitud de sonidos que, al escucharlos, nos proporcionan relajación, irritabilidad, nerviosismo, tranquilidad, etc., e incluso “nos purifican”. El sonido y las vibraciones tienen la capacidad de relajar los músculos, descongestionar las vías respiratorias, aumentar las defensas del organismo, cambiar los ritmos de nuestras ondas cerebrales, el latido de nuestro corazón y la respiración mediante la “ resonancia forzada” (cuando el sonido más potente de un objeto tiene la capacidad de cambiar el ritmo de otro menos potente, forzando la sincronización de este objeto con él).

Los cuencos tibetanos armonizan principalmente el sistema nervioso y el cardíaco, elevan las defensas del organismo predisponiendonos a estados profundamente introspectivos beneficiosos para la salud, reduciendo la segregación de hormonas cortisol, relacionadas con el estrés, elevando las endorfinas. La onda sonora producida a través del frotamiento alcanza una nota predominante que se sostiene durante largo tiempo, a la que le podemos sumar otras notas o armónicos golpeando al cuenco, sin que este deje de emitir el sonido de la frotación, sumándose notas graves y agudos, que penetra la materia y actúan a nivel celular, sintonizando por resonancia y simpatía.

También actúa en el ambiente y espacios habitables, quebrando estructuras energéticas negativas depositadas en el espacio, específicamente en los rincones y en todo lugar en donde se perciba la energía estancada o desvitalizada.

3


 ¿El efecto de los cuencos cambia con el tamaño?

Si, claro, los más pequeños producen ondas cortas y rápidas, que se apagan pronto. Entre más grandes los cuencos la duración aumenta y se pueden producir sonidos muy graves y largos, dependiendo del tamaño de estos.

Los cuencos pequeños (menores a los 14 cm.) se usan para balancear los chakras superiores: 5, 6 y 7. Trabajan sobre los sutil, la mente, por lo que son útiles en meditación y el campo emocional, promueven la imaginación, creatividad y espontaneidad.

Cuencos medianos (de 15 a 21 cm.) están indicados para balancear los chacras medios: 3, 4 y 5. Abren los chakras del amor y el altruismo, trabajan muy bien sobre el cuerpo, estimulan órganos al colocarlos directamente en la piel del paciente.

Los cuencos grandes (de 21 a 27 cm.) están especialmente indicados para balancear chacras inferiores (1 y 2). Psicológicamente sujetan a la tierra y fomentan nuestras raíces humanas, ayudan a estar presentes y nos dan confianza en la vida. También se pueden emplear para dar masajes terapéuticos aplicándolos directamente en contracturas o zonas adoloridas, y tienen un efecto relajante cuando los colocamos en la zona de la cadera, logrando un masaje que recorre la columna vertebral.

Los extragrandes (de 30 cm en adelante) son extraordinarios, la vibración que producen es impactante, llegan a producir graves muy profundos. Dependiendo del tamaño podemos pararnos dentro de ellos y el masaje sonoro nos recorre desde los pies hasta la cabeza, estimulando los meridianos chinos del agua, la madera y la tierra, además de seguir el camino de la estructura ósea.

4

¿Quién puede tomar la terapia?

La terapia de sonido, o sonoterapia, es para todos: desde niños hasta adultos mayores, mujeres embarazadas o en lactancia, personas en situación de discapacidad, incluyendo sordera o que quieran mejorar su estado mental, emocional o físico.

Como es una terapia no invasiva, es decir, que no hay fármacos de por medio, es útil en terapias complejas como la quimioterapia o para quienes hayan sufrido quemaduras. Eficiente para acompañar traumatismos y acompañar a los pacientes en tratamientos previos a la operación o postoperatorios.

También ayuda a tener mejor calidad de vida las personas con pérdida de memoria o alzheimer, enfermedades crónico degenerativas, cardiovasculares, etc.

5


 ¿Existen restricciones con la terapia de cuencos tibetanos?

Si existen. Es importante trabajar a distancia, es decir, sin colocar un cuenco sobre la zona afectada, cuando trabajamos con personas frecién operadas, que tienen marcapasos o cualquier tipo de implante metálico (prótesis) o electrónico, así como mujeres en el inicio del embrazo o próximas a dar a luz.

Cuando la persona esta recién operada, la zona es muy sensible para el peso, entonces trabajamos al lado del cuerpo. Cuando una mujer esta en el inicio del embarazo, es importante ser amables y colocar el cuenco al lado del cuerpo, para no provocar un aborto espontáneo, lo mismo pasa cuando la mujer esta cerca de los 8 meses, se recomienda trabajar en los costados o en la espalda sin tocar el cuerpo.

Cuando el paciente ha sido operado y tiene un marcapasos, podemos trabajar con el sonido, o a distancia, colocando el cuenco en las manos del paciente, y gracias a los meridianos del corazón ayudamos al corazón sin entrar en conflicto con el marcapasos por las vibraciones.

Cuando al paciente le han colocado prótesis metálicas, es importante que la cicatrización sea completa y el cuerpo la haya aceptado antes de colocar un cuenco sobre la zona. La vibración del cuenco viaja por los huesos a una velocidad y frecuencia y cuando llega a la prótesis le densidad del metal es diferente y puede provocar un malestar, por eso es imprtante trabajar al lado de la zona afectada.

Landing Page Creator